Cuando sueñes, sueña en grande. Esa frase la he oído muchísimas veces y creo que no acaba de gustarme, es mas procuro no usarla mucho ni para dar un consejo ni para motivar a alguien a que lo haga. Y no es porque no esté de acuerdo con la frase, más bien lo que no estoy de acuerdo es lo fácil que suena y lo fácil que se dice. Me hace pensar que cuando alguien la escucha y se motiva sale corriendo a soñar en grande, a comerse al mundo y lo único que hace es atragantarse con su propio ímpetu desordenado y voluntarioso.
Soñar en grande es correcto, más que correcto es fabuloso. Pero qué pasa cuando no logras realizar esa grandeza con la que sueñas? Si eres de los muchos que siente que vino a este mundo para realizar algo más grande que existir, seguramente te frustrarías al no poder realizar ese “sueño en grande”. Me parece que el sentido que “literalmente” le tomamos a la frase es lo que nos frustra. Atrás de esa poderosa frase existe todo un mundo, todo un contexto a realizar, toda una toma de conciencia real, medible, sensata e ideal que deberíamos tomar en cuenta.
Me encanta soñar en grande, desde siempre lo he hecho, y es de mis momentos más placenteros que tengo conmigo mismo, pero como ha sido una constante en mi vida y no todo lo que sueño ha sido realizado lo he transformado en aprendizaje, antes de que se convierta en frustración.
Y son los resultados que he obtenido de este método de auto-aprendizaje basado en mis sueños no cumplidos lo que me ha llevado a descubrir nuevas pasiones en la vida. Quiero enseñar, transmitir y ayudar